lunes, 18 de agosto de 2014

Creemos qué?

CREEMOS QUE

  1. Hay un solo y verdadero Dios eternalmente existente en tres personas: Padre, Hijo, y Espíritu Santo, poseyendo cada uno igualdad, todos los atributos de la Deidad, y las características de la personalidad. (Génesis 1:26, Mateo 3:16-17)
  2. Dios es Padre único, eterno y verdadero; Creador de todo lo existente y fuente de toda Autoridad. Primera persona de la Trinidad y quien se ha manifestado al hombre, demostrando Su amor incondicional y Su propósito soberano. (Juan 3:16-17).
  3. Jesucristo es Dios Hijo, Segunda Persona de la Trinidad, hecho hombre mediante concepción milagrosa por El Espíritu Santo y por un nacimiento virginal. Por lo tanto, es Dios perfecto y hombre singular, unidos en una sola persona. Su vida fue sin pecado y voluntariamente se ofreció como expiación por los pecados de la humanidad; logrando la salvación para todo aquel que acepte su obra redentora. Jesucristo es la provisión de Dios Padre para el hombre y único mediador. (Juan 1:1, Mateo 1:23).
    Creemos que Jesús luego de ser crucificado, resucitó al tercer día entre los muertos, con el mismo cuerpo, aunque glorificado. Ascendió corporalmente al cielo y se sentó a la diestra de Dios Padre donde intercede por todos los santos. Creemos en su Segunda Venida a la tierra en forma personal, visible y corporal, en la consumación de los tiempos y del plan Perfecto de Dios Padre. (Hechos 1:9-11).
  4. Creemos en el Espíritu Santo, tercera persona de la Trinidad, quien posee todos los atributos de la Divinidad y la personalidad de Dios; su función principal es glorificar a Cristo, preservar su obra redentora y aplicarla al creyente. El Espíritu Santo viene literalmente a morar en la vida de aquel que ha aceptado  a Jesús como su Señor y Salvador. (Juan 16:7-8).

    Su plenitud, llenura y control son apropiados por el creyente mediante la fe. Cada hijo de Dios está llamado a vivir en el poder del Espíritu Santo, llevando fruto en su vida y en la de los otros, evitando satisfacer los deseos de su naturaleza humana y débil que se opone a la naturaleza de Dios. (Gálatas 5:22-23)
  5. Creemos que el hombre fue creado por Dios y está conformado en tres dimensiones básicas: espíritu, alma y cuerpo. Es la criatura más noble de la creación, quien posee los atributos esenciales de la personalidad de Dios, mente, emociones y voluntad. En su condición natural está separado de Dios, e imposibilitado para tener comunión de Dios por su naturaleza pecaminosa con la  cual nace. (Génesis 1:26, Romanos 3:23).
  6. El hombre decidió vivir en autonomía de Dios, desde entonces vive en tinieblas y esta alejado de la luz de Dios, bajo juicio, condenación y muerte eterna, a menos que acepte la obra de la Salvación: trabajo de Dios únicamente en favor del hombre, como muestra de su gracia y amor. La salvación del hombre es totalmente producto de Dios, de su gracia, sin costo alguno para el hombre, y no es producto total o parcial de obra humana, de bondad, ni de ceremonias.

    La seguridad de la salvación se basa en una relación inquebrantable y eterna con Dios Padre, como hijos, por medio de Jesucristo y en la certeza de lo que dice la Palabra de Dios, que absolutamente nada, nos puede separar de su amor. (Efesios 2:8-9, Juan 3:3).
  7. Jesucristo es la Cabeza de la Iglesia Universal, la cual siendo una sola, está conformada por muchos miembros, en distintos grupos y denominaciones, cuyo fundamento único es Jesucristo y es dinamizada por el Espíritu Santo. Es la voluntad de Dios mantenerse unidos y comunicando a través de esa unidad al mundo, Su autoridad, presencia y voluntad. (Efesios 4:15-16)
  8. Al momento de la muerte física, el creyente pasa a disfrutar de manera eterna, consciente e ininterrumpida de la presencia de Dios, y aguarda la resurrección de su cuerpo, para bendición y gloria sempiterna. El no creyente entra inmediatamente a una eterna y consciente separación de Dios y aguarda la resurrección de su cuerpo para juicio y condenación eterna. (1 Corintios 15:12-20).
  9. Creemos que mientras estemos en esta vida, tenemos la responsabilidad de establecer el Reino de Dios en la tierra, Su autoridad, y voluntad, en la medida en que de manera decidida, nos invertimos integral y totalmente en la Gran Comisión, en obediencia al mandato dado por nuestro Señor Jesucristo en Mateo 28:18-20.  Llevando un lenguaje-mensaje de respuesta integral para el hombre de Dios, su familia y la sociedad, a través de la Teoterapia Total (Tratamiento de Dios al Hombre). (Mateo 28:19-20, 2 Timoteo 2:2).

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